La violencia tiene diversas formas y se esconde en situaciones cotidianas que confundimos con el amor romántico. Descubre cuáles son las formas de control que se dan en el noviazgo, cómo detectarlas, evitarlas y denunciarlas.
Vale: A ver todas juntas para la foto,
Estefy: ¿cuál foto, la vas a subir al face?
Vale: No, si es para mi novio, no me cree que estoy con ustedes en cine, Estefy pliiiis dile a Ricardo que estoy contigo por favor ven y grabamos un mensaje en Whats App
Estefy: hay no que flojera, ese man está loco.
Es probable que cada vez que vemos a la persona que nos gusta sintamos que el corazón se nos sale del pecho porque late muy rápido, nos empiezan a sudar las manos… y un beso con esa persona, puede ser la experiencia que nos suba al cielo, muy cerca de las estrellas. Pero ¿qué pasa cuando en vez de mariposas en el estómago nos da miedo y angustia?, cuando tenemos que decirle a esa persona en dónde estamos, con quién, a qué horas y además, tiene todas las claves de nuestras redes sociales, de nuestro correo y quiere saber cada paso que damos. Estas son señales de alerta, si te pasa algo similar eres víctima de violencia en el noviazgo.
Según la Organización Mundial de la Salud, tres de cada 10 mujeres son víctimas de violencia en sus noviazgos, y aunque esto ocurre generalmente en relaciones heterosexuales (mujer-hombre) también puede ocurrir en relaciones diversas (lesbianas, gays, bisexuales, pansexuales, etc.). Cuando alguien te controla realmente su intención es mostrarte que es más fuerte que tu, pero además, que tu le perteneces, como si fueras un celular, un videojuego o su última computadora, como si fueras una cosa. ¿Cómo darte cuenta si es tu caso?
Yo le amaba mucho, él también decía que me amaba un montón y así empezó a pedirme las claves de mi Facebook, del correo, del Whats App, me dijo que eso era parte de las relaciones. Era mi primer amor, así que yo entendí que tenía que hacerlo. Después empezó a gritarme y a tratarme mal porque agregaba nuevos amigxs. Empecé a tenerle miedo (Testimonio Andrea, 2015)[1].
La violencia por control cual implica que la persona con quien tienes una relación efectiva quiere saber todo de ti para manejarte a su antojo y tener acceso a tu mundo virtual es solo el primer paso. También controla con quién sales, qué ropa te pones, cómo te maquillas e incluso el tiempo que pasas con tu familia. El control se produce cuando esa persona a quien amas te presiona, te maltrata e incluso, te chantajea para obtener lo que quiere.
Mi pareja me dijo que si no le daba todas mis claves le contaría a mi mamá que soy lesbiana, realmente me da mucho miedo porque aún no he salido del “closet”. También tenemos algunas fotos besándonos y me da miedo que se las mande a mi familia, la amo pero le tengo miedo (Testimonio Mariana, 2014).
En la violencia por control, las parejas agresoras usan diferentes formas para manipular las vidas de sus víctimas y las redes sociales son el lugar perfecto para cumplir las amenazas. Sabemos de casos de videos privados con contenido sexual que son publicados por novixs o ex novios, fotos íntimas y conversaciones. Estas situaciones además se relacionan con el ciberbullying ,que es cuando sufres de matoneo por redes sociales o internet.
En casos más graves la violencia en el noviazgo puede incluir violencia física como golpes, pellizcos, patadas o heridas con armas blancas (cuchillos o navajas). También puede haber abuso sexual, es decir relaciones sexuales sin el consentimiento de la víctima o chantajes para tener relaciones sexuales en contra de la voluntad de la pareja.
Me decía que si no teníamos sexo era que yo no le amaba o que le estaba engañando con otrx. Yo estaba enamorada, pero no me sentía preparada. Un día que sabía que no estaban mis papás llegó a la casa, yo le abrí y me dijo “esta vez no te me escapas”. Me obligó a que tuviéramos relaciones y cómo no nos cuidamos quedé embarazada (Testimonio Karla, 2014).
La violencia en el noviazgo puede terminar en situaciones de violencia extrema como abortos provocados o con la muerte. Esta es la historia de Samantha, quien compartió su historia en uno de nuestros talleres:
“Yo estaba muy enamorada de él, ya llevábamos un año juntos, siempre me celaba, pero yo pensaba que era porque me amaba. Quedé embarazada y cuando le conté se enfureció, dijo que el bebé no era suyo. Cuando pasaron dos meses un día llegó a mi casa y me empezó a golpear fuerte, dijo que yo le quería dañar la vida, así que me golpeó y me dio patadas en el estómago. Me dejó tirada en el piso, como pude me levanté, estaba sangrando. Mi mamá me llevó al médico. Me hicieron exámenes y me dijeron que había tenido un aborto. Me sentí muy triste, lo único que hice fue llorar. Mi mamá solo me regañaba por no haberme cuidado” (Testimonio Lucía, 2014).
Situaciones como estas son cotidianas, lo más difícil es identificar los signos de esta situación, porque muchas veces pensamos que la muestra más grande de amor son los celos o el control de nuestra pareja.
[1] Los nombres de las protagonistas de los testimonios han sido cambiados para proteger su identidad y han sido recogidos de experiencias de asistentes a los talleres del Colectivo en 2014.