Como parte de la conmemoración del día de la mujer y de la visibilidad trans les contamos sobre tres mujeres diversas que trabajan en el ámbito del cine, la ciencia y la música en Latinoamérica. Sus carreras, ahora exitosas, nos muestran que el talento no depende del género ni de la identidad sexual.
Pabllo Vittar: Cantar sin etiquetas
Desde hace un año, esta artista drag comenzó a convertirse en la sensación musical de Latinoamérica. A comienzos del 2018, Vittar le dijo a la revista Rolling Stone, de la que también fue portada, que su mayor logro es estar encima de las tarimas del país que más asesina personas LGBTI en el mundo. Vittar es brasilerx pero su música ya hace parte de las principales listas de pop del mundo. Con su voz y estilizada puesta en escena no solo ha seducido al público de su país sino a muchos artistas reconocidos como Major Lazer, Fergie y Anitta.
Su primer álbum denominado Vai passar mal ha registrado millones de reproducciones en Spotify. Para quienes desconocen la potencia de su voz y el despliegue de su performance, hemos seleccionado estas doce canciones con las que pueden bailar y darse cuenta de que la fluidez hace parte de su apuesta política por existir y ser reconocida como artista sin depender de ninguna etiqueta.
Brigitte Baptiste: la ciencia fuera del clóset
Bióloga colombiana, experta en biodiversidad y directora del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Brigitte Baptiste es una de las principales figuras de la ciencia de Colombia y en 2017 ganó el Premio Príncipe Claus. Con este reconocimiento, el jurado valoró su aporte para entender que la diversidad es un hecho esencial de la vida y destacó los puentes que ha tejido entre ciencia, ecología y activismo de género.
Para Brigitte, sin embargo, su mayor logro profesional es existir como científica transgénero. Ella nació hombre y mantuvo esa identidad hasta los 35 años. Desde entonces casi siempre viste falda y cambió su nombre en honor a la actriz francesa Brigitte Bardot. La científica, que trabaja para acoger la diversidad en la ciencia y la sociedad, reconoce que si nacía mujer o cambiaba su género antes de conseguir renombre, hubiera tenido que vencer más obstáculos para llegar adonde está.
Brigitte escapa de lo binario. “Ser transgénero es ser capaz de moverse a través del género sin quedar atrapada ni anclada en ningún estereotipo ni en un rol definitivo. Es ser capaz de explorar y construir el equilibrio entre lo femenino y lo masculino, y moverse entre las dos definiciones y hacia los lados. Es no limitarse a nada; no asumir ninguna relación obligatoria entre género, preferencia sexual e, incluso, cuerpo”, afirmó la científica en una entrevista con El Tiempo.
Que una mujer trans sea una figura prominente en la ciencia, ese terreno dominado por hombres, es una victoria pero todavía es una excepción. Porque, aunque ni el talento ni la capacidad intelectual dependen del género, Brigitte reconoce que históricamente se han usado algunas teorías para reforzar el mito de que la racionalidad es cosa de hombres.
Las #MujeresDiversas existen y están transformando la ciencia.
Daniela Vega es una mujer fantástica
La actriz y cantante lírica es la protagonista de la primera película chilena en ser reconocida por los premios Óscar como la mejor de habla no inglesa. También es la primera mujer transgénero seleccionada para presentar la ceremonia de estos premios que fueron entregados el pasado 4 de marzo de 2018.
Vega nació en Santiago y tiene 28 años. En plena adolescencia comenzó su tránsito hasta convertirse hoy en esa mujer de ojos brillantes y poderosa presencia. Su carrera artística inició en 2011 cuando participó en la obra de teatro La mujer mariposa, biodrama de una transfiguración, que se mantuvo en cartelera durante cinco años.
Las actuaciones de Vega se nutren de su propia experiencia. En “Una mujer fantástica”, dirigida por Sebastián Lelio, el personaje de Marina enfrenta además de la muerte de su pareja, los prejuicios de una sociedad conservadora que no puede evitar tratarla como sospechosa y que insiste en desconocer su identidad, su posibilidad de amar y el derecho a despedirse del ser querido.
Al hablar de esta película, la actriz ha repetido que el filme busca interpelar a la sociedad, cuestionar qué estamos haciendo con el amor, qué cuerpos pueden habitarse, a quiénes se les permite existir y sentir. ¿Cuánta gente trans está haciendo cosas importantes en el mundo y dónde están? “La pregunta es abierta al mundo y la respuesta es cerrada: muy pocos”, afirma en una de sus entrevistas.
Aunque el premio significa un reconocimiento muy importante, Daniela y todas las personas trans en Chile todavía esperan la aprobación de la ley de identidad de género que les permita portar documentos legales con su nombre y ocupar el lugar que quieren en el mundo. Según ella, cuando se aprueban este tipo de leyes se triplican el número de personas que se atreven a vivir como realmente desean.
“Yo invitaría al mundo a ampliar los límites del pensamiento, ¿cómo no vamos a ser capaces de convivir los unos con los otros?, dice. El trabajo de Daniela Vega y de todo el equipo de “Una mujer fantástica” no solo es una apuesta por contar una historia diferente, sino también por cambiar el curso de la historia.